Category: Opinión

  • Opinión: Aspectos básicos para la gestión empresarial y de emprendimientos

    Las necesidades actuales del pequeño empresario y emprendedor en la región del Maule apuntan a implementar herramientas que le permitan mejorar las capacidades de gestión y desarrollar de mejor forma la misión de su empresa, efectuando adecuadamente medidas y prácticas de administración, contabilidad y finanzas. Para fortalecer estas destrezas es necesario aplicar herramientas de gestión, control y proyección empresarial, las cuales permitirán aplicar los elementos de administración de empresas que le otorgarán una mejor planificación y organización, a través de organigramas, flujogramas, manuales de procedimientos y formularios adecuados entre otros.

    Para realizar una gestión eficiente es importante contar mensualmente con un balance general, para analizar los activos (lo que tiene la empresa), los pasivos y patrimonio (lo que debe la empresa), el estado de resultados (como marcha la empresa), para aplicar los análisis respectivos y tomar las medidas correctivas que lleven a lograr mejores resultados o mejor rentabilidad en la empresa.

    Asimismo, es necesario incorporar un flujo de caja, para definir claramente porque se producen los ingresos y egresos de cajas, como solucionar el déficit y optimizar el superávit en caja de que se dispongan;

    Además, se debe mostrar información sobre los costos, con el fin de determinar razonablemente y con fiabilidad cuánto cuesta mi producto y en cuanto lo puedo vender.

    A través de un análisis del punto de equilibrio, es necesario analizar cuanto es lo mínimo que debo vender para no perder, lo que permitirá tener un diagnostico o medir el pulso de la empresa, para así establecer estrategias de planificación para el futuro, tomando las mejores decisiones de inversión en la empresa con el fin de optimizar su rentabilidad.

    Pese a ser herramientas sencillas, estos consejos pueden resultar muy eficaces, por lo que servirán a los pequeños empresarios y emprendedores lograr el desarrollo de su empresa con la posibilidad de tomar decisiones oportunas para corregir desviaciones y así lograr las metas esperadas.

    Enrique Jofré Fuentes

    Jefe de Carrera

    TNS Contabilidad General

    CFT San Agustín – Sede Talca

  • Opinión: Las emociones de niños y niñas en tiempos de pandemia

    El estado de ánimo de las personas ha decaído durante los últimos meses debido al actual contexto por la pandemia del Covid-19, por lo que hemos empezado a sentir ansiedad, problemas para dormir, cambios de humor y una serie de sensaciones y emociones que no sólo afectan a los adultos en la casa, sino que también a nuestros niños y niñas.

    ¿Se han dado cuenta que ahora están más regalones? Quieren estar con nosotros, los adultos protectores, más que nunca y están más atentos a lo que pasa a su alrededor. Pero cuidado, estas acciones no son para manipular, ellos simplemente están tratando de comunicarse con nosotros y de expresar sus emociones. 

    En este sentido, el hogar debe promover un espacio seguro para niños y niñas, por lo que el adulto le debe ayudar a expresar sus emociones para conocerla, diciendo por ejemplo “entiendo que tenga miedo”, “entiendo que tengas rabia” o “entiendo que estés aburrido”, con el fin de poder explicar las cosas en palabras simples y concretas, asegurándonos que las entienda para que se sienta tranquilo. 

    Esta crisis podemos verla como una tremenda oportunidad para estar en familia, retomando los juegos tradicionales, aquellos que recordamos y disfrutamos cuando éramos niños. Desordenemos los espacios para jugar, tengamos tardes de cine, hagamos manualidades, a veces una simple caja puede convertirse en casita; tengamos momentos inolvidables para nuestros niños y niñas, ellos recordarán en su vida de adulto, como su familia disfrutaba, jugaba y regaloneaba con ellos cuando alguna vez hubo una pandemia.

    Jessica González Salgado

    Jefa de carrera de Técnico en Párvulo y Básica, sede Linares

  • Opinión: Educación y empresa post pandemia

    Como país estamos abocados a lograr detener los contagios de Covid-19, construyendo y aplicando en conjunto las medidas sanitarias que sean más eficaces para controlar la pandemia que enfrentamos, hasta que tengamos una vacuna. Sin embargo, debemos pensar en el día siguiente, en ese puesto de trabajo suspendido, en esa empresa que debe empezar de cero, en ese joven que sale a buscar su primer empleo.

    La Educación Técnico-Profesional (ETP), para formar a sus egresados con las competencias, habilidades y conocimiento, en forma coherente con los distintos esfuerzos pedagógico laborales que se ejecutan enn el país, utiliza el Marco de Cualificaciones como instrumento ordenador, el cual permite una mejor articulación de la Formación Técnico-Profesional con el sector productivo. Ésta es una herramienta integral que toma en cuenta, mediante referencias en común, distintos elementos y actores del sector formativo y productivo, estableciendo un sistema coherente, transparente y legible de certificaciones para la ETP, que permita el aprendizaje a lo largo de la vida y la validación de conocimientos previos y, por ende, un tránsito fluido entre los diferentes momentos formativos y laborales.

    Por otra parte, las empresas han revisado, mejorado e implementado durante años nuevos procesos productivos y de servicios, que les permitan ser competitivas no solo en Chile, sino que a nivel mundial. Para ello, han adquirido la tecnología pertinente, contratando al personal más competente a dichos proceso y entregando bienes y servicios requeridos por los consumidores.

    Sin embargo, en esta búsqueda de la eficiencia y eficacia de los sectores educativo y productivo, la pandemia mundial y la destrucción de la demanda, ha llevado a una crisis económica, eliminando empleos de una manera gigantesca. Por ende, los supuestos del pasado no resisten ser proyectados como los escenarios que vendrán. ¿Qué tipo de trabajador se necesitarán?, ¿para qué tipo de empresa?, ¿qué formación y destrezas deberán tener?, entre otras inquietudes, son la preocupación de las instituciones técnico-profesionales, sumado a la incertidumbre, en el mismo sentido, que sienten las empresas de nuestro país. 

    Podemos superar la pandemia y sus consecuencias, en la medida que todos trabajemos juntos para ello. La ETP y las empresas productivas y de servicios, desde ya, en cada región de nuestro país, debemos juntarnos, compartir nuestras dudas y temores, para construir las oportunidades y desafíos. Si nos ponemos de acuerdo en el qué, cómo y cuándo, lograremos ser un motor que dé empuje y velocidad a esta recuperación económica y, lo más importante, estaremos más cerca de ese empleo y desarrollo que hoy se ve como una quimera para millones de compatriotas.

    Qué modelo de sociedad queremos construir, y qué modelo económico lo permite, será nuestro próximo desafío al lograr generar un empleo digno y sustentable.

    Sergio Morales Díaz

    Rector del CFT San Agustín

  • Opinión: El desafío integrador de la educación, una oportunidad que no debemos dejar pasar

    Históricamente, los estudiantes de Educación Media Técnico-Profesional (EMTP) han culminado su proceso formativo con menos posibilidades de acceder a la Educación Superior. Esta desigualdad se observa en dos hechos: los bajos resultados en los instrumentos de selección que usan las universidades o la precariedad económica de los alumnos, lo cual limita las opciones de escoger una de las Instituciones de Educación Superior (IES).

    En 2018, se promulgó la Ley de Educación Superior Nº 21.091 que consagra derechos como la Gratuidad y crea mecanismos como el nuevo sistema de acceso a la educación superior, entre otros cambios. Ello eliminó la barrera económica que impedía seguir los sueños a los ciudadanos y, a su vez, que los instrumentos de selección que se den las IES impidan sesgos o inequidades.

    Sin embargo, las políticas públicas no pudieron prever que, durante los últimos cuatro años, se levantaría una nueva barrera en la EMTP, debido a los paros educativos, estallido social y la pandemia, derivando la imposibilidad de los alumnos de alcanzar el perfil de egreso para ingresar a los puestos de trabajo que aspiran o el reconocimiento de sus aprendizajes al continuar estudios en la Educación Superior Técnico-Profesional (ESTP).

    Frente a esta realidad, resulta esencial que la ESTP logre reforzar y fortalecer que la educación es un proceso continuo, al cual se ingresa para preparar a la persona para el mañana, teniendo en consideración que mientras menos sea la preparación previa, más grande es el desafío de enseñar y perfeccionar talentos.

    Es un deber primordial que la ESTP, en especial los que se han incorporado al nuevo sistema de acceso a la educación superior, desarrollen los mecanismos adecuados que, anticipativamente, permitan reforzar las competencias de egreso de la EMTP poniendo a disposición sus herramientas y materiales educativos, capacitando y trabajando colaborativamente con los profesores de liceos TP. Ello debe ser previo al egresar de la enseñanza media, pues las aspiraciones de dichos estudiantes pueden ser al mundo del trabajo. El acceso inclusivo que las ESTP tiene hoy, debe evolucionar y adaptarse a nuevas realidades, para romper la barrera silenciosa que ha surgido.

    Para paliar este dilema, debemos pensar en soluciones de corto y mediano plazo mediante la elaboración de nuevas formas de trabajo en conjunto. Un ejemplo es el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) del Mineduc, el que está trabajado por universidades en cada región del país y cuenta con más de 550 liceos, la mayoría técnico-profesionales o polivalentes, por lo cual se puede empezar a trabajar con estudiantes y profesores de dichos establecimientos en forma inmediata. Para ello, el Mineduc sólo debe adicionar objetivos con nuevos actores y estrategias que permitan que todos los alumnos de esos liceos tengan mejores oportunidades, ya sea al ingreso a su primer trabajo o a la ESTP.

    Sergio Morales Díaz

    Rector del CFT San Agustín

  • Calidad educativa en instituciones sin fines de lucro

    Jorge Brito Obreque

    Presidente del Directorio del CFT San Agustín

    La ley de educación superior N°21.091, promulgada en mayo del 2018, establece dentro de sus artículos la prohibición de lucrar a las instituciones de educación superior, instaurando códigos de procedimientos de buenas prácticas, transparencia y reinversión de recursos. Para velar por esto, la legislación creó la figura de la Superintendencia de Educación Superior, la cual tiene como misión vigilar las finanzas de las universidades y las instituciones técnico profesionales, así como canalizar las denuncias respecto a eventuales incumplimientos. Si bien el estatuto anterior obligaba a las universidades a constituirse como personas jurídicas sin fines de lucro, no existía un entre encargado de fiscalizarlo ni menos sancionarlo.

    El hecho de que una institución sea sin fines de lucro significa directamente una mejora en la calidad del servicio educativo, ya que obliga a reinvertir los fondos que recibe con fines educativos, mejorando así la labor formativa. Esto permite generar un proceso auto regulatorio, un funcionamiento de un sistema de gobierno corporativo para la toma de decisiones, un plan de desarrollo institucional de mediano y largo plazo que posibilite el análisis del Proyecto de Desarrollo Estratégico, la mejora continua y las metas a lograr de todos aquellos aspectos que son una limitante para un mayor desarrollo del proyecto educativo. De esta forma se podrá determinar el costo de una docencia de calidad, junto a los requerimientos y necesidades que los estudiantes demandan para obtener los perfiles de egreso que el país necesita.

    En este contexto, para acreditar la calidad del servicio educativo y su coherencia, existe la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), a cuyo escrutinio deben someterse cada cierto tiempo las instituciones de educación superior con el objeto de obtener el sello de acreditación de su proyecto educativo.

    Además de esto, es primordial la preocupación por la vida del estudiante mediante la generación de espacio y servicios que posibiliten el desarrollo académico de una forma más integral, habilitando espacios de formación, recreativos, de ocio y de desarrollo de habilidades blandas, para que su paso por la institución educativa sea más placentero, conforme y pertinente.

    Por ende, la prohibición del lucro condiciona a que toda Universidad, Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica a que se mantenga alineado a su misión, dándole sentido y coherencia al actuar institucional, contribuyendo al bien social, al interés público y al desarrollo del país.

  • Articulación en la educación Técnico Profesional: validando conocimientos

    La educación Técnico Profesional en nuestro país está constituida en los niveles educativos de enseñanza media y superior, los cuales desde hace poco tiempo han comenzado a vincularse incipientemente en la búsqueda de un sistema de articulación. Esto con el fin de poder establecer mecanismos que permitan instaurar rutas formativas entre instituciones, reconociendo conocimientos previamente adquiridos para poder facilitar el camino formativo de quienes optan por una especialidad.

    Por ende, comprometer los programas, instituciones y experiencias de la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) y vincularlos a la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) resulta esencial para posicionar al mundo TP como una verdadera alternativa en la formación académica, permitiendo una trayectoria que asegure un tránsito fluido en el mundo académico y una correcta adaptación con la industria.

    Sin embargo, hoy en día no existe un encadenamiento educativo natural, por lo que los niveles de logro no están escalonados. En nuestro país, la articulación dentro del subsistema Técnico Profesional ha estado garantizada sólo por iniciativas particulares, donde instituciones educativas han desarrollado nexos que han facilitado el reconocimiento de aprendizajes previos. No obstante, pese a eso, se presenta de manera incipiente, articulando niveles de desarrollo entre áreas que aún no establecen un lenguaje común.

    Una forma de solventar esta brecha son las políticas públicas, las cuales tenuemente han comenzado a aparecer. Por ejemplo, el 2019 el Ministerio de Educación impulsó la formalización del Acuerdo Nacional de Convalidación Técnico Profesional –del cual es parte el CFT San Agustín-, iniciativa que busca promover la vinculación entre la EMTP y la ESTP, potenciando de esta forma las trayectorias formativas de los estudiantes de los establecimientos TP.

    Un elemento para poder desarrollar una correcta articulación es el Marco de Cualificaciones, herramienta que permite definir los niveles de desarrollo y competencias de las trayectorias formativas. De esta forma se podrá establecer un camino más expedito desde la EMTP a la ESTP, el cual permita reconocer los conocimientos y talentos de los diversos niveles, distinguiendo conceptos vocacionales, rescatado habilidades y destrezas inherentes a las aptitudes de la persona.

    Sin embargo, para poder gestar este instrumento es necesario un trabajo mancomunado entre las instituciones educativas y los sectores productivos, el cual permita recoger las necesidades que requiere solventar la industria, con el fin de poder solventar esa necesidad en un programa de estudio y así potenciar el mercado. De esta forma no se desarrollará masa crítica que termine desempleada y frustrada, más bien técnicos eficientes y competitivos en la producción y desarrollo local.

    Por ende, es necesario desarrollar una articulación más organizada, que tenga lógica y que permita ir tomando decisiones en función de las necesidades, condiciones y capacidades de la industria y las personas. Esto con el objeto de que la educación técnico profesional no sea considerada como una formación terminal, sino como una habilitante para el trabajo, por lo que es imperioso fomentar el acceso y la permanencia la educación TP mediante mecanismos de especialización que hagan más potente este nivel educacional.

     

    Yéssica Gómez Gutiérrez

    Vicerrectora Académica del CFT San Agustín